En un hallazgo sin precedentes, arqueólogos en el sur de Inglaterra han desenterrado una herramienta de madera de más de 3.500 años de antigüedad en condiciones notables, un hecho poco común en el mundo de la arqueología. Mientras que materiales como piedra, cerámica y hueso suelen conservarse bien a lo largo de milenios, los objetos de madera tienden a desintegrarse. Sin embargo, en esta ocasión, las condiciones especiales de los humedales han permitido que esta herramienta, una pala de roble de la Edad de Bronce, se conserve casi intacta, convirtiéndose en una de las herramientas de madera más completas y antiguas encontradas en el Reino Unido.
Según Wessex Archaeology, este tipo de descubrimientos es tan inusual que el propio arqueólogo Phil Trim confesó que nunca lo habría esperado en su carrera. La rareza del hallazgo se debe a las condiciones que necesita la madera para no deteriorarse con el paso del tiempo; únicamente en entornos específicos, como los de los humedales ingleses, es posible que estos objetos perduren, aislados del oxígeno que aceleraría su procesamiento.
La extraordinaria preservación de la pala de roble encontrada se explica por las condiciones únicas que ofrecen los humedales, una de las pocas regiones naturales capaces de conservar materiales orgánicos a lo largo de los siglos. En entornos arqueológicos convencionales, el oxígeno y otros factores aceleran la descomposición de materiales orgánicos, como la madera, hasta su desaparición. Sin embargo, en los humedales, el suelo permanece saturado de agua, lo que reduce los niveles de oxígeno al mínimo y crea un ambiente anaeróbico, ideal para la conservación de restos orgánicos.
Ed Treasure, arqueólogo ambiental de Wessex Archaeology, explicó que esta conservación es posible cuando el material permanece continuamente húmedo y libre de oxígeno. En tales condiciones, el análisis es notablemente lento, lo que permite que los artefactos de madera puedan mantenerse durante millas de años. Sin embargo, a pesar de su preservación, estos materiales siguen siendo extremadamente frágiles una vez expuestos. Los expertos ahora enfrentan el desafío de estabilizar y almacenar la pala de forma segura, protegiéndola de cualquier cambio ambiental que pueda acelerar su deterioro tras el desentierro.
Características físicas de la pala de madera
La pala de madera hallada presenta un diseño sencillo y robusto, tallado a partir de una sola pieza de roble. Aunque la herramienta está algo desgastada debido a su antigüedad, su estructura permanece casi completa, lo que permite a los arqueólogos estudiar de cerca su fabricación y posibles usos. El roble, una madera resistente y duradera, habría sido elegida intencionalmente por sus características de dureza, ideales para fabricar una herramienta funcional.
Aunque no se cuenta con evidencia directa sobre el método de fabricación, los arqueólogos creen que se utilizó una técnica rudimentaria de tallado, aprovechando las propiedades de esta madera nativa. Este tipo de herramienta probablemente habría sido diseñado para tareas específicas en el entorno húmedo de los humedales, lo que explica su estructura compacta y el desgaste observable en algunas áreas. La pala conserva aún el mango y la superficie de trabajo, lo que indica que sus constructores la idearon para un uso prolongado y exigente en el tiempo, una característica que añade valor histórico a su conservación en un estado tan íntegro.
Uso probable de la pala en la Edad de Bronce
La función exacta de esta pala de roble sigue siendo objeto de investigación, aunque los arqueólogos han formulado varias teorías basadas en su contexto y características físicas. Una de las hipótesis es que pudo haber sido utilizado para cortar turba en el lugar, una práctica común en la Edad de Bronce que permitió a los habitantes de la región recolectar este material orgánico como combustible o para suelos agrícolas. Este uso es plausible, dada la estructura robusta de la pala, adaptada para tareas de excavación en terrenos blandos y húmedos.
Otra teoría sugiere que la herramienta podría haber sido empleada para cavar zanjas de drenaje o canales circulares, similar al que rodeaba el sitio en el que fue encontrado. Estos canales ayudarían a controlar las inundaciones en los alrededores de los asentamientos temporales de la época, evitando que el agua estancada dañe construcciones o zonas de cultivo. Según Treasure, ambos usos son compatibles con el entorno y las necesidades de las comunidades de la región, que explotaban los recursos naturales de los humedales de manera estacional.
Aunque no se puede confirmar su propósito exacto, el hallazgo de esta pala brinda una visión fascinante de las técnicas y herramientas utilizadas por los pueblos antiguos para adaptarse y explotar los recursos en un entorno tan particular como el de los humedales ingleses.
Contexto histórico y cultural de la región
La pala de madera encontrada proporciona una ventana a la vida de los habitantes de los humedales en el sur de Inglaterra durante la Edad de Bronce. En esta época, las comunidades de la región comenzaban a pasar de una vida nómada a un estilo de vida más sedentario, lo que incluía la práctica de la agricultura y el establecimiento de asentamientos temporales. Aunque estos grupos no permanecían en los humedales todo el año, parece que regresaban estacionalmente para aprovechar los recursos del área, como los juncos, la turba y el agua para sus actividades cotidianas.
La pala, según los arqueólogos, es un indicio de las estrategias de subsistencia empleadas por estas comunidades. Los humedales no solo les proporcionaban materiales de construcción y combustible, sino también áreas de pasto para el ganado. Este tipo de entorno exige una adaptación constante a los cambios estacionales y a las condiciones de humedad. Los arqueólogos creen que los habitantes de la época pudieron utilizar herramientas como esta para gestionar el terreno, ya sea construyendo canales de drenaje o recolectando turba y otros recursos naturales.
Greg Chuter, arqueólogo gubernamental, señaló que esta región ofrece pocos rastros visibles de actividad humana en la superficie, pero excavaciones como esta muestran cómo los pobladores antiguos respondían de manera ingeniosa a los desafíos ambientales, permitiéndoles coexistir con el ecosistema de los humedales durante generaciones.
Proyecto de excavación en Moros de Arne
El descubrimiento de la pala de roble es parte del trabajo realizado en el proyecto Moors at Arne, una iniciativa arqueológica y de conservación en la costa sur de Inglaterra, cerca del puerto de Poole. Este proyecto, que abarca unas 150 hectáreas de humedales, tiene como objetivo la preservación de importantes ecosistemas naturales y la recuperación de valiosos artefactos arqueológicos antes de que se desarrollen los hábitats en la zona.
El equipo de Wessex Archaeology ha liderado las excavaciones en el área, buscando asegurar que elementos históricos como esta pala no se pierdan o se deterioren durante las obras de infraestructura. La labor de los arqueólogos ha revelado una serie de vestigios antiguos que, a pesar de permanecer ocultos bajo la superficie, han brindado nuevas perspectivas sobre las comunidades que habitaron la región hace más de tres mil años. Estas investigaciones ayudan a entender cómo estas sociedades lograron adaptarse a los humedales, un entorno desafiante y cambiante.
Este proyecto resalta el valor de la arqueología de rescate, que permite recuperar y estudiar objetos antes de que la construcción moderna pueda dañar el sitio. En palabras del arqueólogo Greg Chuter, esta excavación no solo conserva el patrimonio histórico, sino que también subraya la relación de las antiguas comunidades con su entorno, mostrando cómo los recursos naturales fueron utilizados de manera sostenible a lo largo de milenios en los humedales ingleses.
**Con información de INFOBAE
Comments